Volviendo a la Ciudad

Era la primera vez en años que no estaba en la capital del Reino del Fuego, pero despues de mucho vagar por el mundo sin destino creo que llego el momento de tranquilizarme, y ir a un lugar donde talvez mi ayuda sea mas necesaria. Odiaba la guerra, pero no podia evitar esta, esta sin duda iba a ser la peor, sin cuartel, sin piedad, eso era lo que el habia visto en sus viajes por el ultimo año, la guerra sin cuartel que se estaba llevando entre los Reinos, solo por poder, era despreciable. Pero bueno, tragandose esa rabia contra la guerra no pudo seguir tratando el solo de ayudarlos a todos, tenia que ayudar en algo mas, ayudar a terminar con la guerra y si eso significaba darle la espalada a todo lo que el creia para que vuelva a haver paz, pues que asi sea. Por eso volvio a la Capital, queria unirse al ejercito y pelear, asi talvez podria ayudar a terminar esta guerra, conosiendo bien lo que podria causar esto.

Una vez dentro de la ciudad cientos de recuerdos llegaron a su mente, recuerdos sobre las anteriores visitas a la capital, lo desastrosas que fueron, sacudio levemente la cabeza y trato de sacar esos pensamientos de su cabeza, mientras se despejaba caminaba por un camino insierto por la ciudad, reconosiendola, viendo en que habia cambiado esta en tanto tiempo.

Me habia detenido suvitamente cuando al ir caminando distraidamente por la ciudad alguien parecio hablarme, me puse en alerta y lentamente me gire a ver a esa persona que me habia hablado, sonrei cortesmente, tenia una capa negra raida que cubria su identidad, lo unico que podia ver atrabas de esa capa era unos ojos color esmeralda muy llamativos, mire directamente a sus ojos y con una sonrisa cortes le hable con tono bajo, tranquilisante, "Estas cosas?, son simplemente dos viejas espadas, un metodo de proteccion nada mas" le termine de hablar mientras seguia hablandole con tono bajo y tranquilizante, mientras le mostraba una sonrisa amable y cortes.

Sabia en el momento que iba a entrar en la ciudad que talvez iban a haver problemas porque tenia dos espadas, sabiendo bien que si uno no se fijaba bien parecian Katanas, armas que usaban los guerreros del Efercito del Reino del Aire.

Mire interesado a la persona que me hablaba, tenia una vos suave, talvez muy suave como para ser un hombre, pero de eso no podria estar seguro, le segui sonriendo amistosamente apesar de que su actitud seguia siendo un poco hostil.
"Pues aunque paresca no son Katanas del Reino Aire, son solo espadas que cualquier guerrero puede tener." le termine de hablar con el mismo tono del que le venia hablando desde que comenzo la platica "Perdona si le molesta mi pregunta pero, acasu usted piensa que soy miembro del Reino Aire?" pregunte lentamente midiendo mis palabras para asi no comenzar una lucha.

Le sonrei con sinseridad al escuchar sus palabras, un destello de tristesa se le pudo ver en los ojos por un segundo, pero ese destello rapidamente desaparecio, sustituyendolo por una leve sonrisa. "No trato de olvidar quien soy y de donde vengo, ya que son esas cosas que dictan nuestra forma de ser y el tipo de personas que somos y seremos" le dije con el mismo tono tranquilo y la sonrisa sinsera. " Es bueno saber que no crees que sea del Reino Aire, no me gustaria entrar en batalla cuando acavo de regresar a mi hogar" le conteste con un tono levemente alegre y una sonrisa sinsera y un poco despreocupada. "Creo que no nos emos presentado, soy Liu Smith, un gusto en conoserle" le dije con el mismo tono, al tiempo que inclinaba levemente mi cabeza

"Es un gusto conoserte Lyan Narya" parecia familiar la chica pero preferi dejarlo por ahy a ese tema, se saco la capucha y ahy recien pude ver su rostro era pelirroja, sonrei levemente ante este hecho pero un brillo púrpura llamo mi antencion, pero al no identificar que era no le di mucha importancia. "Estoy bastante cansado a decir verdad, y ha sido verdaderamente un vieja demaciado largo, más de lo que haya podido pensar", le sonrei amistosamente a la chica luego de responderle el comenario.