paz interior

Como era costumbre, comencé a caminar por mi amada ciudad. Llegando hasta la plaza de los versos, al llegar 3 cortesanas se pusieron de pie y me reverenciaron, las salude.
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"Chaos-sama nos alegra verlo por acá"
dijo una de ellas.
"Chaos-sama, sabemos que usted posee un gusto por la poesía y una legua muy refinada, nos podría congraciar con algún verso..."

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Saque mis manos de las mangas de mi kimono

-esta bien , creo que he estado mucho tiempo en el campo de batalla, no quiero volverme como los bárbaros de afuera... les daré el honor de escuchar unos de mis versos-

moví mis manos y gesticule con ellas un hechizo
-風の領域は、飛行に向かっている-

al decir esas palabras mi cuerpo se levanto 1 metro del piso.

cerré los ojos y con voz terciopelada comencé mi narración.

Estoy despierto, sí, estoy mirando
fríamente algunas cosas
que van dejando ya de ser secretas.
Están ahí, como los árboles
en el desnudo aire. Sí, estoy despierto.
Hasta la casa de mi infancia es de los otros:
la han pintado de un color chillón,
entran y salen por los cuartos de mi alma,
hablando de otro asunto. La luz invade el patio
de mis ocultas nadas. También miro
con deseo ese rostro que es ninguno
y que viene como un ave malherida
de los que sufren y sonríen.
¡Oh pueblo innumerable! Estoy despierto.
Estoy mirando el polvo bañado por la luz,
las tinieblas disueltas en el aire
cuando empieza a dibujarse la verdad:
el árbol, la alegría, el sacrificio.
Y sé que aún tengo más recuerdos en la sangre
de los que puedo recordar, y más olvido
del que puede olvidarse en este mundo.
Pero qué importa, al fin, si la mitad
de aquella vida se me desprende y cae,
si tanto sueño, al fin, ha despertado,
si no hay sitio que no me esté mirando
ni instante en que el azar no me visite.
Quiero ser como tú, ¡oh rostro de los pobres!,
misterio del dolor y la sonrisa, porque el aire,
el simple aire límpido y vacío,
llenará nuestras voces y esperanzas.


Al terminar , las cortesanas y cercanos comenzaron a aplaudir
Baje al piso
Agradecí los aplausos con una leve, muy leve reverencia y seguí caminando...

mientras caminaba con la vista fija escuche una voz femenina que me hablaba.
~hermosas palabras~ dijo aquella dama.

Mire hacia ella.

-me agrada tu osadía al no reverenciar a tu emperador... pero me agrada eso.
Gracias por los elogios pequeña flor de loto, hace tiempo que mi lengua no narraba una bella prosa... en fin


guarde mis manos en mi kimono.

-cual es tu nombre pequeña flor de loto?-
pregunte con cortesía

se quedo quieta al escuchar que era el emperador, hizo una reverencia torpe y sin alzar la vista dijo

-lo siento tanto señor, no tenia conocimiento de que usted es mi señor- se alzo lentamente- me llamo Sisy Aynen, un placer servirle

Daigotsu guarda sus manos en las mangas del kimono y mira a la joven detenidamente...

- estoy seguro que has estado mucho tiempo en los confines... esos exótico modales solo lo he visto aya... pero en fin...-

el emperador hace un gesto de avanzar con la mano.

- caminemos...-
con un ágil movimiento vuelve a meter la mano en las mangas de su kimono.

el andar del hombre enmascarado era suave casi como si flotara...

-dime, tus rasgos son diferentes... tus padres son netamente del reino o son provenientes de otros lugares joven flor de loto...?-

dijo con voz terciopelada Daigotsu.

una sonrisa maquiavélica se formo en el rostro de Daigotsu.
- interesante...-
El emperador cerro los ojos, su cuerpo lentamente se comenzó a volver trasparente hasta que desapareció en la nada...

Uso de sus poderes, odiaba quedar con dudas, cuando algo se le cruzaba por la mente quería saberlo todo.

Suavemente a través del aliento de la joven tomo posesión de su cuerpo.
-veamos veamos...-

Con sumo cuidado comenzó a inspeccionar el lóbulo cerebral de la memoria de la joven...

- así que una elfa he?... comprometida mmm... interesante, interesante-

Ágilmente salio del cuerpo de la chica, volviendo a su estado físico justo donde estaba antes.
La chica no recordaría lo que paso, así que con cinismo le pregunto.

- que pasa?, ocurre algo?-

Daigotsu sonrío...